Iratxe de Arantzibia
San Sebastian – Espanha - 13/07/2002 ¿Será el guaraná?
Durante una hora, 7 bailarines se sumergen en un creativo e innovador montaje que gustó y sorprendió, a partes iguales, al público asistente a la 9ª Feria de Teatro de Donostia.
Los principales iconos de la imaginería brasileña se someten a una original lectura por parte de la compañía Verve. En un principio, el espectador, ignorando la grata sorpresa que le depara el destino, intuye un espectáculo a base de samba y capoeira. Craso error. “Gambiarra” traspasa, afortunadamente, el arquetipo del común de los mortales con respecto al país de la futbolística pentacampeona. El pueblo brasileño, síntesis perfecta de siglos de mestizaje, se convierte, con todas sus paradojas, en el principal protagonista de esta sensacional obra coreográfica. Los posos culturales de los indios precolombinos, la colonización portuguesa y la esclavitud africana se funden en un feliz crisol, fuente de la actual sociedad brasileña. Y precisamente, esta pluralidad es lo que han narrado, de manera discontinua, Fernando Nunes, Mariusa Bregoli y Moacir Coletto, autores de la coreografía.
Comienza el espectáculo con un bailarín, únicamente ataviado con un taparrabos, ejecutando una danza fluida, dinámica y sinuosa. El resto del grupo le ignora e, incluso, le trata con desidia. El episodio podría ser una versión del maltrato al que fue sometido el pueblo indígena, tras el descubrimiento de Brasil en 1.500 por Pedro Álvarez Cabral. Sin embargo, la imagen coreográfica es mucho más rica que esta simplista lectura.
La violencia es el tema elegido para la siguiente escena. Una amarga visión de los cariocas sobre la violenta espiral en la que viven muchos compatriotas suyos. La pobreza, el hambre y el hacinamiento en las favelas son las principales causas de la delincuencia en las calles de Rio de Janeiro. Aunque eluden pronunciarse sobre las causas, apuntan de manera tibia una realidad desgraciada de las ruas brasileñas. Pero, la fiesta se impone. Una explosión de color, calor y ritmos tropicales despiden un montaje que no entraba en las principales quinielas de programadores, críticos y público.
“Gambiarra” es la estupenda sorpresa que la Feria de Teatro tenía reservada a su fieles acólitos. La compañía brasileña Verve realiza una ácida, irónica y entrañable lectura de la historia popular de su país. Sesenta minutos bastaron para recorrer cinco siglos de la construcción pluricultural de la nación de la samba. Imágenes de gran belleza en lenguaje teatral y en vocabulario dancístico. La sobria escenografía en tonos verdes, amarillos y azules de la enseña oficial, la música, oscilando entre los agradables ritmos cariocas y las duras melodías estridentes de lo más actuales, y, sobre todo, el buen hacer del elenco de bailarines construyen un original espectáculo. Debe ser genético, pero la capacidad de movimiento de cada una de sus extremidades y, sobre todo, del lugar donde la espalda pierde su decoroso nombre, no tiene una rigurosa explicación científica. Indescriptible la envidia de ver a los bailarines, fuera de su coreografía, bailar con libertad sus ritmos natales. ¿Será el guaraná?
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